Tipos de coordinación, todos los ejercicios y más
Los tipos de coordinación son necesarios para que los atletas accedan la realización de movimientos sistematizados y orientados al logro de un gesto técnico. Quiere decir que mejora las habilidades y capacidades en la experiencia deportiva.
Coordinación
Existe un gran vacío cuando se intenta encuadrar la denominación de coordinación y equilibrio. Muchos autores hablan de destrezas, cuando se van a referir a estos términos, mientras que otros como Bouchard, mencionan cualidades perceptivo-cinéticas y para algunos otros, se consideraban como en el grupo de las cualidades motrices. Si quieres aprender más sobre estos temas de condición física puedes leer course navette.
Las destrezas motoras son las partes de las cuales dependen los medios de control del movimiento. Esta es una definición estrechamente unida al concepto de destreza motora, se define como la destreza de moverse que se logra con los procesos de adquisición de conocimiento. La destreza motora pertenece a modelos de movimiento que se producen sobre la base de todos los componentes cuantitativos y cualitativos.
Es la destreza motora un instrumento de desarrollo de las destrezas motoras. Cuantas más destrezas adquirimos, mayor será el desarrollo que obtengamos en esta área. Esta denominación es la que más se aproxima a la reflejada en el Ordenanza 105/1992, más sucintamente, dentro del conocimiento y desarrollo corporal, en el atinente a formación física de base.
El desarrollo tanto de la coordinación como del equilibrio, es sumamente relevante para que el movimiento del cuerpo ocurra de forma correcta, siendo esto una condición imprescindible para cualquier práctica deportiva, ya que los movimientos mal ejecutados pueden terminar causando lesiones físicas.
La coordinación motora es una parte importante de la medida de la forma en nos movemos, ella depende del nivel de formación de los músculos, de la carga genética y del control personal de los movimientos, así como de la respuesta a los estímulos. Otro factor que interviene son las experiencias y las habilidades motoras que se han obtenido en fases anteriores.
Se puede decir que la coherencia es una habilidad de la capacidad de moverse muy extensa, que permite una enorme variedad de definiciones. Los diferentes escritores han conceptualizado la coherencia: Castañer y Camerino (1991) dijeron que hay coherencia si el movimiento cumple con criterios de exactitud, eficiencia, mínimo gasto y equilibrio.
Por su parte, Álvarez del Villar (mencionado por Contreras, 1998) afirma que la coherencia es la habilidad neuromuscular de adaptar con exactitud lo obtenido con lo solicitado siguiendo la imagen mental motora de lo que se quiere hacer; posteriormente Jiménez y Jiménez (2002) dicen que es la destreza del cuerpo para utilizar los diferentes músculos, con la idea de realizar una determinada acción.
Tipos de coordinación
Luego de hacer una evaluación de algunas proposiciones de escritores como Le Boulch (1971), Gutiérrez (1991), Contreras (1998), Escobar (2004), presentaremos una clasificación genérica de lo que son, según estos autores los tipos de coherencia en función de dos factores primordiales.
En primero de estos factores, es el análisis de la intervención del cuerpo como un todo, en los ejercicios o en una parte de ellos, se pueden ver dos grandes vertientes: La coherencia del ejercicio en general, que es la forma en la que se funciona relacionando el sistema neurológico con la parte músculo esquelético durante el ejercicio. Su principal particularidad es que participan casi todos los músculos.
La otra vertiente es la coherencia óculo segmentaria, aquí se trata de la relación que existe entre el campo de la vista y la capacidad de motricidad fina de cualquier parte del cuerpo. Esta puede ser óculo manual y óculo pédica.
El segundo factor se considera analizando la relación muscular, bien sea interna o externa, la coherencia puede ser: Coherencia intermuscular (externa), que se refiere la interacción adecuada de todo el conjunto muscular que se encuentran interviniendo en el movimiento. Coherencia intramuscular (interna), es la capacidad del propio músculo para contraerse eficazmente.
Factores que intervienen en la coordinación
La buena o mala coordinación influye en mucho en la rapidez y la aptitud de la adquisición de destrezas y sobre todo en la realización de técnicas deportivas específicas, que más adelante se podrán ver en el desempeño del atleta. Esta es la razón por la que una buena coordinación es una gran habilidad neuromuscular que está estrechamente relacionada con factores genéticos.
Existen un conjunto de factores que determinan la calidad de la coherencia en el ejercicio, entre ellos están, la rapidez de la ejecución, los cambios de dirección y sentido, el nivel del ejercicio, la elevación del centro de gravedad, la persistencia del adiestramiento, las habilidades mentales del individuo, el nivel de acondicionamiento físico, la flexibilidad de los elementos músculo esqueléticos, herencia, edad, cansancio y tensión nerviosa.
Proceso evolutivo de la coordinación
Durante la primera infancia, que según los expertos ocurre entre los 0 y los 3 años, se logra la cantidad necesaria de madurez neuromuscular como para lograr manejar de forma rudimentaria el propio cuerpo. En su mayoría la coordinación que se tiene es muy general, aunque ya comienzan las iniciales coherencias óculo-manuales al agarrar objetos.
Siguiendo con la primera infancia en el período de 18-24 meses, se puede ver un incremento del desarrollo logrando abrir y cerrar puertas, colocarse el calzado, asearse entre otros movimientos básicos (Trigueros y Rivera, 1991).
En la edad preescolar que está comprendida entre los 3 y los 6 años, el niño está sometido un mundo de estímulos que aumentan su repertorio de sensaciones y experiencias. En esta etapa la coordinación ya depende de su propio esquema corporal y del aprender a conocer y a controlar su propio cuerpo. Las acciones lúdicas asociadas a esta edad es lo más relevante en la formación tanto motora como cognitiva.
En esta etapa es muy importante mantener al infante estimulado permanentemente, ya que esto lo incentivará a mejorar su coordinación en la interacción con el mundo que lo rodea, y le permitirá refinar el uso de sus manos y piernas, incrementando su nivel de coordinación.
En la etapa escolar que ocurre entre los 6 y los 12 años, es cuando se ve un impulso en el desarrollo de los neurotransmisores y, por lo tanto, los elementos neuro-sensoriales que componen la coherencia, es por esto que esta es la etapa ideal para adquirir nuevas experiencias motrices. Una mala aptitud de retención motora en el primer ciclo y parte del segundo exige en estas edades una mayor definición de la movilidad.
Cuando se ejercitan en este período del desarrollo, el aprendizaje se logra por medio de la repetición de los ejercicios, contribuyendo de esta forma a la mecanización del movimiento. Al final del segundo ciclo y todo el tercer ciclo, debido al desarrollo sensitivo y cognitivo, se refleja una buena capacidad perceptiva y de observación. Los ajustes motores son muy eficaces.
Durante la adolescencia que ocurre entre los 12 y los 18 años, es en esta época que se inician muchas transformaciones metabólicas en los seres humanos, en esta etapa se atraviesa la pubertad, ocurre la madurez sexual y se da un desarrollo rápido del cuerpo, esto trae asociado un retroceso en la coordinación de los movimientos.
Más adelante, esta coordinación volverá a mejorar en función de las mejoras de las habilidades físicas, y de la forma en que se planifique el entrenamiento físico que se realice.
Evaluación de la coordinación
Revisando las teorías de Picq y Vayer (1977), se deben evaluar los diferentes niveles de coordinación el general y el óculo-segmentario basándose en la evaluación psicomotora que estos escritores proponen.
Tomando en consideración las dos etapas que se distinguen en este modelo de evaluación de la psicomotricidad, primera etapa de 2 a 6 años y la segunda etapa de 6 a 12 años se medirán la coherencia dinámica general y su contraparte la coherencia óculo-segmentaria. Si quieres saber más sobre estos temas de deporte puedes leer elegir zapatillas de running por peso.
Coordinación dinámica general
Entre los 2 y los 6 años, la forma de medir este tipo de coordinación es hacerlo caminar 2 metros con los ojos abiertos y en línea recta, se le debe instruir para que alternativamente coloque el talón de un pie contra la punta del otro. Si el infante es capaz de realizar el movimiento tiene la coordinación dinámica general que se espera para este rango de edad.
Entre los 6 y los 12 años, se mide esta coordinación haciendo que el niño se coloque de pie, debe flexionar una rodilla en un ángulo de noventa grados, se le debe instruir para mantener los brazos rectos a lo largo del cuerpo. En esta posición se le pedirá que impulse una caja de fósforos por el piso durante 5 metros. También deberá saltar flexionando las rodillas para tocar los talones por detrás con las manos.
Coordinación óculo-segmentaria
Entre los 2 y los 6 años, para evaluar la coherencia óculo-segmentaria se le solicita al niño que siga una raya continua dibujada dentro de un laberinto, por 80 segundos con la mano dominante y por 85 segundos con la otra mano.
Para evaluar entre los 6 y los 12 años esta coherencia, se le dará al niño una pelota de goma, y se le indicará que le dé a un blanco de 25x25 cm ubicado a 1,5 m de distancia, con ambas manos. También deberá recibir la pelota lanzada desde 3 m con una mano, alternando cada vez.
Otro medio para la valoración de la coherencia general es el uso del test sensible de motor de Survey, así lo sugiere el autor Vayer. En esta valoración se pide a la persona que marche hacia adelante, atrás, de lado, que salte sobre un pie, sobre el otro además se le pedirá que imite una serie de movimientos.
Aparte de las evaluaciones ya nombradas, se considera conveniente usar otros instrumentos para que los resultados sean realmente exhaustivos y se pueda emitir una opinión más precisa con respecto a la coherencia óculo-segmentaria, debido a que la utilización de lápiz y papel en la escolaridad formal requiere de una correcta coherencia viso-manual, especialmente para la escritura.
Actividades para los tipos de coordinación
Lo que hay que tener presente cuando se diseñan este tipo de actividades, es que lo importante no es la velocidad ni la cantidad de ejercicios hechos, lo que importa en la calidad del trabajo efectuado. Es de mayor importancia el vigilar la forma en que hacen los ejercicios, y de esa forma aplicar correctivos cuando hagan falta, y de esta forma lograr resultados.
Sobre todo cuando se trabaja con infantes es vital que el que supervise la actividad facilite las condiciones necesarias para que esta actividad sea realmente efectiva, ya que en sus inicios en practicante hará mucho ensayo y error. Diferentes autores hablan de cómo deben realizarse estas prácticas para desarrollar los diferentes tipos de coordinación, estas son actividades sencillas pero que deben hacerse adecuadamente.
Coordinación dinámica general
Para el desarrollo de estos tipos de coordinación se pueden hacer avances don los pies de diversos tipos como la simulación de cojera, la carretilla, arrastrarse, subir en fin cualquier desplazamiento diferente a caminar o correr. Se deben realizar brincos de toda clase, con los miembros inferiores juntos, sobre un solo pie, alternando una pierna con la otra, con ritmo; todo esto se debe hacer esforzándose por mantener el equilibrio.
Hay que dejar un espacio libre para fomentar que hagan los gestos que les son naturales como tirar de objetos, transportar, empujar, levantar, estas son actividades que no requieren técnica pero que necesitan coordinación.
Es muy útil cuando se quieren desarrollar estos tipos de coordinación hacer ejercicios de oposición, en los que se interactúa con un compañero o con un grupo de compañeros. También se deben realizar actividades cadenciosas como cabriolets populares, innovadores, tonadillas danzadas, es bueno hacer danzas en general.
Otra cosa importante es que estas actividades se tienen que realizar usando diferentes direcciones, variando la rapidez con la que se hacen, usando distintos ritmos o cadencias, combinando unas con otras. El material que se utilice debe ser lo más variado posible para estimular al practicante, se pueden utilizar cuerdas, gomas elásticas, colchonetas, picas, aros, cualquier elemento que enriquezca la experiencia.
Es muy diverso lo que se puede hacer para fomentar el desarrollo de estos tipos de coordinación, además se puede utilizar cualquier juego en el que haya que desplazarse y se utilicen una gran cantidad de músculos, esto favorece el desarrollo de la coordinación general.
Se pueden hacer juegos como el mueve tu cuerpo, donde se estimula al jugador a averiguar de cuántas formas diferentes puede saltar , y a la vez moviendo los brazos y las piernas en direcciones opuestas, o haciendo simplemente movimientos al azar sin perder el equilibrio.
También está el robot, donde se les invita a caminar adelantando el brazo del mismo lado de la pierna que da el paso, deben correr con este movimiento, hacia adelante y luego hacia atrás, y deben intentar moverse en todas direcciones haciendo esto.
Pueden jugar a el globista, en este juego se debe trasladar un globo sin tocarlo con las manos, se puede jugar a quién puede llevar más con esta modalidad, y cuántos por parejas sin el uso de las manos.
Son muchas las actividades y juegos que ayudan a que los niños desarrollen los diferentes tipos de coordinación, lo único que se debe tener presente es que son actividades que deben hacerse bajo supervisión para evitar accidentes y lesiones.
Coordinación óculo-segmentaria
Esta es de los tipos de coordinación relacionada con el comportamiento armónico entre lo que vemos, es decir, todo el campo visual, y la motricidad fina de las manos y los pies. Para desarrollar estos tipos de coordinación se pueden realizar actividades como el lanzamiento de varias formas, con una mano, con la otra mano, con las dos manos o con un pie. Si quieres saber más sobre estos temas de deporte puedes leer prensa de piernas.
Otro juego sencillo, pero muy útil para fomentar el perfeccionamiento estos tipos de coordinación es jugar a los golpeos con diferentes partes del cuerpo, con cabeceos, las articulaciones, los omóplatos o los codos. Además se pueden recibir objetos con una mano, con las dos manos, con los pies, o con las piernas. Cualquiera de estas actividades se debe realizar sin impactos importantes para no generar lesiones.
Es muy importante en esta etapa de formación que se les motive a realizar saltos sobre obstáculos, sobre diversos objetos de diferentes formas y dimensiones para fomentar el ajuste entre la vista y el movimiento.
Estas son actividades que pueden variar de formas muy interesantes tan solo con variar las condiciones de ejecución, se pueden cambiar las distancias, las alturas, las trayectorias, alternar entre si se realizan con desplazamientos o sin ellos, quitar o agregar obstáculos, o simplemente usando materiales como pelotas de diversos tamaños y peso, globos, discos voladores, raquetas o cualquier otro elemento.
Definitivamente, para el desarrollo de estos tipos de coordinación, se pueden hacer todos esos juegos en los que el niño deba utilizar cualquier parte de su cuerpo, esto funciona como un reforzador de la coordinación óculo-segmentaria. Entre ellos están el juego de pies quietos, en él se lanza un objeto y se recibe sin mover los pies.
También se puede jugar a la quema, este es un juego de grupo en el que se lanza y se recibe una pelota pero en forma más precisa y en movimiento, la pelota no puede llegar al piso. Otro juego es la bota bota las pelotas, se trata de botar dos balones a la vez, de diferentes formas y con desplazamiento, variando la dirección. Se puede enriquecer este último juego utilizando dos balones de diferente tamaño.
Equilibrio
Cualquiera que sea la actividad física o deportiva debe existir un buen equilibrio, ya que este desempeña un rol de mucha importancia en el control de los movimientos del cuerpo. Un buen equilibrio es el fundamento para que cualquiera de los tipos de coordinación funcione de forma eficiente, en toda actividad dinámica en general, que involucre tanto los miembros superiores como los inferiores se debe tener equilibrio.
Definición de equilibrio
En forma genérica, el equilibrio se define como el poder sostener, sin esfuerzos importantes, una misma postura sin importar las partes del cuerpo que estén involucradas, y del cuerpo mismo con respecto al espacio. Esta definición general de equilibrio abarca todos los diferentes aspectos referidos al control de la postura, permitiendo actuar eficazmente y con el máximo ahorro de energía, al conjunto de sistemas orgánicos.
Destacados investigadores han definido el equilibrio, entre ellos Contreras (1998) lo conceptualiza como la habilidad de mantener la postura con la realización de correcciones que equilibren las variaciones de carácter externo o interno; por otra parte García y Fernández (2002), dicen que el equilibrio es la reforma tónica que la masa muscular y las articulaciones que garantiza una relación estable entre el eje del cuerpo y el eje de gravedad.
Tipos de equilibrio
Investigadores sobre estos temas como los son García y sus colaboradores en el 2002, y muchos otro investigadores del desarrollo del cuerpo y sus habilidades, consideran que existen dos tipos bien diferenciados de equilibrio, que son el equilibrio sin movimiento o estático y el equilibrio con movimiento o dinámico.
El equilibrio estático, se define como el control que se tiene al sostener una misma posición sin que intervenga algún movimiento. Esta es la habilidad de estar en la misma posición, bien sea de pie, sentado, en cuclillas, sobre las manos sin tener que cambiar de postura por un tiempo dado.
El equilibrio dinámico, se define como la acción de ir paulatinamente corrigiendo la postura, cuando por la acción de la gravedad el cuerpo trata de salirse de la postura deseada, cuando estamos en movimiento. El desarrollo de este equilibrio permite caminar, correr, brincar, nadar, bailar, está asociado a cualquier movimiento que realizamos con el cuerpo.
Factores que intervienen en el equilibrio
El desarrollo del equilibrio del cuerpo va lográndose en la medida que recibimos la información de viso-espacial y vestibular. Cuando se tiene una perturbación en el control del equilibrio, no solamente produce problemas para la unificación espacial, sino que va a afectar las condiciones para el correcto control postural. Estos problemas se aglutinan en tres factores que son el sensorial, el mecánico y otros.
Los factores sensoriales están relacionados con factores orgánicos, ya que en el equilibrio intervienen: los órganos sensoriales que controlan la motricidad, el conjunto de elementos de equilibrio del oído, el sistema plantar y las respuestas cenestésicas. Cualquier alteración de uno de estos elementos será un problema para lograr un buen equilibrio en el cuerpo.
Los factores mecánicos, son los relacionados con las fuerzas que intervienen tanto en el movimiento como en la conservación de la postura. Entre ellos están, la fuerza de gravedad que permanentemente está actuando sobre el centro de equilibrio del cuerpo, el centro de gravedad corporal, la base de sustentación, y sobre todo el peso corporal.
Además de los ya mencionados existen otros factores como la motivación, la capacidad de concentración que suele estar relacionada con habilidades cognitivas, la inteligencia motora y la autoconfianza. Para aprender más sobre estos temas de deportes puedes leer ejercicios polimétricos.
Proceso evolutivo del equilibrio
El equilibrio es una habilidad que se va desarrollando y mejorando con el paso del tiempo, la edad afecta al equilibrio de manera similar que afecta a los tipos de coordinación. En la primera infancia, esto es cuando el ser humano está entre los 0 y los 3 años, se diferencian etapas, a los 12 meses el niño debe tener algo de equilibrio estático con los dos pies y de equilibrio dinámico cuando comienza a caminar.
Cuando se llega a la edad preescolar, que es entre los 3 y los 6 años, hay un importante avance en esta capacidad, ya que el niño comienza a manifestar destrezas básicas. Algunos investigadores afirman que esta el a etapa ideal para desarrollar el equilibrio. Sobre los 6 años, se puede ver el equilibrio dinámico cuando se moviliza con elevación sobre el terreno.
En la etapa de la edad escolar, prácticamente todos los juegos de los niños involucran actividad motora, esto es una gran contribución en el desarrollo del equilibrio tanto el estático como el dinámico. Las actividades que incluyen el equilibrio se van perfeccionando y son capaces de adaptarse a modelos.
En la época de la adolescencia, que se puede ver entre los 12 y los 18 años, se perfecciona y se complican ambos equilibrios. La mayoría de los investigadores, indican que es en esta época de la vida que idealmente se puede mejorar el equilibrio dinámico. En edades avanzadas, aparece cierto retroceso en esta capacidad, debido al deterioro del sistema nervioso y locomotor acentuándose con la inactividad.
Evaluación del equilibrio
Conforme se da el desarrollo del ser humano, se debe verificar la adquisición sin problemas de las capacidades de interacción con su entorno, una de ellas es el equilibrio. Esta habilidad es muy sencilla de evaluar, esto es, de darle valoración y medida, pues se conoce por edades que clase de equilibrio se debe tener básicamente, es importante conocer su nivel de desarrollo pues tiene acción directa en los tipos de coordinación.
Si se desea descubrir posibles retardos en el equilibrio estático, se pueden utilizar las evaluaciones propuestas por Ozeretski y Guilmain en el año 2002. Ellos proponen que entre los 4 y los 5 años, el niño debe ser capaz de permanecer inmóvil un mínimo de diez segundos de puntillas y con los pies juntos.
Si se quiere evaluar a un niño entre los 5 y los 6 años, el mismo debe mantenerse sobre una pierna sin moverse en un periodo de 10 segundos por lo menos, esta prueba se puede disimular diciéndole al niño que está jugando a la pata coja. A esta edad es importante estimularlo para que no se sienta evaluado.
A los 6 años, con los ojos cerrados y los pies juntos el niño debe tener la capacidad para permanecer sin moverse por un período de un minuto. Entre los 9 y los 10 años el niño debe ser capaz de permanecer de puntillas con los pies juntos y los ojos cerrados por un mínimo de quince segundos.
En cualquiera de los casos se debe tratar de que el niño crea que está jugando. También se pueden usar, para mayor especificidad, las evaluaciones sobre los dos tipos de equilibrio propuestas por Ortega y Blázquez (1997).
Estos autores para medir el equilibrio estático proponen el juego llamado la paloma, este consiste en mantener posiciones durante períodos de 10 segundos. Deben permanecer parados sobre un pie, luego con el tronco flexionado hacia el frente, con los brazos extendidos hacia delante, con una pierna de apoyo extendida y la otra ligeramente flexionada hacia atrás.
También se puede jugar al equilibrio flamenco, en esta prueba se le pide al niño que mantenga una posición de equilibrio sobre una sola pierna, sobre una madera de 3 cm, durante sesenta segundos.
Para evaluar el equilibrio dinámico las personas anteriormente mencionadas, proponen el jugo del banco sueco, se le pide al niño que camine sobre un banco sueco corriendo hacia adelante y luego hacia atrás con los brazos en cruz.
https://www.youtube.com/watch?v=TOKHLT9wViQ
También proponen utilizar la barra de equilibrio, a la señal del facilitador, el niño comenzará a caminar sobre la barra de equilibrio o un banco invertido, debe recorrer por lo menos dos metros. Una vez que se supera, el niño deberá darse vuelta para regresar al punto de partida. Esta acción se repetirá hasta que el niño pierda el equilibrio y deba bajar al piso.
En este punto se computará la longitud avanzada por el niño desde el inicio hasta el punto donde se bajó. Si el niño ejecuta sin interrupción el ejercicio, se concluirá el ejercicio a los 45 segundos. Se realizarán tres intentos y se calculará el promedio de ellos.
Lo que permite a los seres humanos moverse de forma vigorosa y eficiente es un buen desarrollo tanto de los tipos de coordinación y de su habilidad estrechamente relacionada el equilibrio, hasta el punto de que una insuficiencia en el desarrollo de cualquiera de ellas, restringirá o incluso imposibilitará una ejecución eficaz.
Es por esta razón que se hace necesario implementar ejercicios, que ayuden durante la escolaridad, al buen desarrollo de los diferentes tipos de coordinación. El buen desarrollo del control del cuerpo supone para el ser humano la adquisición de un conjunto de habilidades motoras de carácter utilitario, lúdico o expresivo, que serán fundamentales para el desarrollo integral de las personas.
Si te gustó este artículo sobre tipos de coordinación y quieres leer más puedes revisar nuestro blog, aquí encontrarás artículos similares.
Deja una respuesta
Sigue Leyendo